a Pablo hablando con una piedra, los dos niños salieron corriendo, pero Pablo les vio y les empezó a perseguir. Ellos corrieron todo lo que pudieron, pero él era más rápido, cuando les alcanzó les dijo que no estaba loco, pero ellos no se lo creyeron y le contestaron:
-Pero tú estabas hablando con una piedra.
-Llevo aquí desde los 21 años y tengo 30.
-¡aaaah!
Pensaron que estar 9 años solo... no les extrañaba que se aburriera.
Entonces vieron algo detrás de él.
Hola Guille. Me gustan las historias que escribes. Me gusta esos niños que entienden que Pablo hable con las piedras y no esté loco. Tienes muchas buenas ideas dentro que pueden convertirse en estupendas historias.
ResponderEliminar