Pero un día llegaron los vecinos, no hacia falta leerles la mente para saber que no venían a cantar villancicos; cuando mi vecino les abrió, le dijeron que querían al extraterrestre bueno ellos no,Obama lo quería. Mi vecino les dijo que no sabia de que estaban hablando entonces los otros habitantes del pueblo trajeron la nave de Gálizar. Mi vecino dijo que eso era un regalo para su primo y que se lo habían hecho entre toda su familia para su cumpleaños. Los enemigos de Gálizar no se lo creyeron, pero mi vecino siguió insistiendo hasta que les convenció, bueno Manuel seguía queriendo al extraterrestre pero se fue, de repente mi vecino se desmayó; cuando se despertó estaba en la casa de Gálizar mi vecino dijo:
- ¿Qué hago aquí?
- Tengo que decirte algo.
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