Pasaron unas horas y no conseguían coger ninguna fruta. Se hizo de noche y hacía mucho frio pero los trajes de neopreno les daban un poco de calor.
A la mañana siguiente fueron a buscar el desayuno, pero el mono seguía quitándoles la comida; entonces uno de ellos cogió un palo y se propuso asustarle, pero no surtió efecto porque el mono les atacó y les empezó a perseguir.
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